Una vista del público que asistió la tarde de hoy jueves 18 de septiembre en San Francisco de Macorís a la Misa por la Libertad de los Cinco, concelebrada por el Padre Leonardo Adames, el Padre Moncho y el Padre Damián.
Una feligresía fundamentalmente de mujeres se dió cita en la iglesia convocada especialmente para orar por la salud y la libertad de los Cinco. El salón de la iglesia fue "decorado" con grandes afiches de los Héroes Cubanos Prisioneros del Imperio, los cuales fueron colocados por el propio padre Leonardo Adames y la presidenta del Comité Yomaris Paredes, prestigiosa abogada de la comunidad.
Alfonso Torres Ulloa fue invitado a pronunciar la Homilía en dicha misa, en su calidad de Presidente del Comité Nacional por la Libertad de los Cinco. He aquí un resumen de sus palabras.
Gracias por la oportunidad de estar aquí
Gracias, Padre Leo Adames
Gracias a todos ustedes por acompañarnos.
Estamos celebrando una jornada de oración en todo el país, por la salud, por la libertad de cinco hombres que están encarcelados en los EE. UU. desde hace 10 años, por el único delito de ser hijos dignos de su patria, Cuba.
Queridos hermanos:
Hay valores esenciales como el respeto a la vida, a la libertad, la dignidad de la persona.Un valor especial es el de la solidaridad y la Biblia nos llama a brindar amor al prójimo.
Esta jornada de oración es para pedir por los Cinco, por René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y Gerardo Hernández. Todos cubanos.
La Isla de Cuba, desde el 1ro de enero del 1959 decidió darse un tipo de gobierno distinto, lo que es un derecho de cada pueblo; y desde entonces ha sido asediada con actos de terror, de sabotajes, bloque económico, campaña de descrédito, introducción de plagas y enfermedades.
Todo lo cual desde los EE. UU. y esas actividades le ha costado al pueblo de Cuba la vida de más de 4 mil personas, cientos de mutilados, y casi 80 mil millones de dólares en pérdidas.
Esa situación, por un estado de necesidad, llevó a Cuba a infiltrar en los grupos que organizan y ejecutan desde Miami estos actos de terror y sabotaje para conseguir las informaciones de esos planes y actuar preventivamente.
Como esos actos se organizan, se financian y ejecutan desde el territorio norteamericano, en mayo del 1998 el Gobierno de Cuba informa a las autoridades de los EE. UU. sobre las actividades de estos grupos y les ofrece las informaciones con detalles, fechas, tipo de actividad, nombres y direcciones para que actúe en consecuencia, pero ante que salir a buscar a los reales terroristas, en septiembre, específicamente el día 12, detienen en horas de la madrugada a los que habían pasado las informaciones a Cuba, es decir, a los Cinco.
Desde entonces todo ha sido un calvario para estos Cinco patriotas cubanos.
Por el tratamiento que se le ha dado, por el manejo de la justicia, por la desinformación, la manipulación del proceso, la violación de los derechos procesales, legales, constitucionales y por las penas impuestas.... todo deviene en un circo político.
Estamos entonces ante un caso de violación de los derechos humanos. Fueron torturados, aislados en una cárcel solitaria (un hueco), no les permitieron en principio ver a sus abogados, obstaculizaron la defensa, a dos de ellos no les han permitido visitas de sus esposas, a otro durante nueve años no le permitieron que su hijita lo visitara (que apenas tenia un añito en el 98, ahora por fin pudo ir con la hermana mayor y ver y conocer a su padre), etc.
Pero para que tengan una idea del caso:
A uno de ellos, a Gerardo Hernández, lo han condenado a dos cadenas perpetuas más 18 años. Es decir que debe morir en la cárcel, nacer dentro de ella nuevamente y morir otra vez, y como si fuera poco, volver a nacer en la cárcel y entonces cuando sea mayor de edad, al cumplir sus 18 años, podrá ir tranquilo a su patria y abrazar el sol.
A Ramón Labañino a una cadena perpetua y a Antonio Guerrero a una cadena perpetua más 10 años. Eso es sádico, inhumano. Sin haber cometido faltas contra el Estado norteamericano.
Por eso estamos en oración, tanto para pedir por su libertad, como por su salud, de modo que puedan resistir la arbitrariedad.
El poder de la oración es muy grande.
Queremos que ustedes tengan presentes estos Cinco nombres y oren por ellos permanentemente: Gerardo, René, Antonio, Ramón y Fernando.
Quiero, finalmente, leer una oración que escribí para Antonio, que es poeta: Oración a un Poeta:
Antonio Guerrero tu cuerpo está enclaustrado, pero no tu verso. Tus pies están engrillados, pero no tu alma. Tus manos están atadas, pero no tu dignidad.
Tu libertad de movimiento está detenida, pero tus ideas vuelan y se multiplican. No hay maneras de cortar el viento ni de impedir la lluvia.
El miedo imperial es furioso porque la verdad lo acorrala y vamos todos contigo y con René en esta marcha de primavera.
Tu verso se escapa de los barrotes y con él abraza a Gerardo con una sonrisa bañada de inocencia.
Hoy elevamos una plegaria por ti y por Ramón.
Desde Tu Altura nos mira, nos canta y rueda de tus labios una sonrisa para Fernando y sabes que no estás solo, que no están solos.
Diez años en prisión por nada, por el valor de ser digno, por desentrañar veneno.
Diez años lejos del sol, abrazando la sombra que te han impuesto, mas no ven tus verdugos que desde la sombra impuesta irradia más luz que su sol de mediodía.
Diez años que te imponen como calvario y tus verdugos no saben que es una lucha desde el silencio, una injusticia que se revierte.
El mundo ora por ti, y por Rene Fernando Ramón Gerardo que son uno vertido en cinco cuerpos enjaulados volando con principios versos cartas y caricaturas en todo el globo y desnudo el imperio, sin ropas, para cubrir vergüenza.
Antonio tu verso vuela y canta, lo hago mío y lo multiplico, como los panes del señor, porque todos han de comer de él. Tu verso es el libre albedrío del señor.
Los imperios caen cuando pierden la moral y tu fe en la verdad, en la justicia de una causa, tu desvelo por la paz con tu cuerpo enjaulado desmorona la moral imperial.
Mi oración, Antonio, es por la paz y por la fortaleza de tu espíritu y el de René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Fernando González para resistir toda injusticia.
Mi oración, Antonio, es para que sigamos juntos, Inseparables, firmes porque otro mundo es posible. Resiste, hermano, no estás solo. Porque como tu dices en Inseparables: “a pesar del total aislamiento no nos faltó nunca una sonrisa, un canto, un poema, todo el imprescindible amor y toda la razón del mundo”.
Mi oración, Antonio, es para confirmarte que la lucha de ustedes es la de todos nosotros y a mayor injusticia mayor arraigo de la humanidad a la causa por la paz. Mi oración es para darte fuerza y abrazarte con mi pecho, con mi canto y llenarte de esperanza, ustedes merecen todo el amor del mundo porque para hacer lo que ustedes hicieron y lo que siguen haciendo hay que tener mucho amor, solo con amor y por amor se hace. Y por amor se resiste.
Amen.