Durante la jornada del año 2007 de solidaridad con los cinco antiterroristas cubanos prisioneros e injustamente condenados en EEUU, el Grupo Sacerdotal Dom Helder Cámara y otros sacerdotes –sumamos en aquella ocasión 20 sacerdotes– emitimos una Nota de Prensa en la que nos solidarizamos y nos propusimos orar para que la justicia prevaleciera y estos cinco hermanos, libres, retornaran a su tierra con los suyos: así lo reclaman sus derechos. Dos años después contemplamos con asombro, cómo su situación jurídica se agudiza. Seguros de que Dios oye nuestra oración, esta experiencia nos avisa de cuánto es capaz el corazón de hombres perversos de endurecerse igual que aquellos tiempos de Moisés en Egipto (Cfr. Éxodo 11, 10), cosa que acontecía para que la gloria de Dios se manifestara con claridad a favor de su pueblo.
La razón y la justicia que favorecen a los cinco héroes cubanos van expandiéndose por todos los pueblos cuales plagas egipcias que advierten a la fuerza imperial su decadencia. El pueblo norteamericano va, poco a poco y a pesar del silencio mediático que se ha querido imponer sobre el caso de los cinco y las arbitrariedades que lo caracterizan, conociendo la verdad. Y no soportará la vergüenza de saber que su justicia, sus autoridades y la oligarquía que domina a los que gobiernan en EEUU, están mostrando el más monstruoso rostro de terror. Es un pueblo de antiterroristas que va descubriéndose dominado por un grupo de terroristas capaz de enseñar al mundo sus dobleces denunciadas ya por Bolívar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad.” José Martí quiso impedir que los Estados Unidos se expandieran por América y, nuestro Juan Pablo Duarte protestó contra quienes sugerían la anexión de la patria a los Estados Unidos.
Harto conocidas son las arbitrariedades que se han cometido con los cinco y sus familias, y, a través de ellos, con el pueblo cubano; pero no huelga señalar la nefasta decisión de la Suprema Corte de Justicia el 13 de Junio de 2009 de no revisar el caso de los cinco como solicitaran los abogados de la defensa, frustrando toda esperanza jurídica de que la justicia estadounidense se honre declarando no culpables a aquellos, que sin culpas probadas, han sido condenados tan arbitrariamente. Sin embargo, como para aparentar cierto matiz de “justicia”, nos dejan como pírrico paliativo, la esperanza de revisar las condenas de Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort y re-sentenciarlos a condenas menos arbitrarias. Los Estados Unidos muestran, con el caso de los cinco, una justicia caprichosa que evidencia los falsos postulados de una justicia modelo para el mundo como siempre han pretendido exhibir.
Los cinco se mantienen firmes. Dan muestras estoicas de sacrificios por su patria y sus ideales. No se han dejado doblegar por chantajes, presiones, torturas y, hasta por altos sobornos. Nosotros, en correspondencia a su firmeza y por solidaridad cristiana, mantendremos la lucha para que el mundo siga conociendo la colosal injusticia que se comete contra ellos; y seguiremos elevando plegarias al cielo para que Dios oiga el clamor de tantos hombres y mujeres (organizados en comités de solidaridad con los cinco) deseando y demandando el cese de los atropellos políticos contra Cuba manifestados en la injusta prisión de estos cinco heroicos luchadores contra el terrorismo. La lucha se mantiene en el campo político y a través de los medios alternativos hasta conseguir que, como el juez injusto de la parábola de Jesús hizo justicia a la viuda (Cfr. Lucas 18, 1-8), la autoridad imperial (entiéndase el presidente Obama) haga justicia dejando en libertad a los cincos hermanos y héroes cubanos.
Firman:
Por el Grupo Sacerdotal Don Helder Cámara:
P. Leonardo Adames (Parroquia “La Sagrada Familia”, San Francisco de Macorís)
P. Ramón Alejo de la Cruz (Parroquia “San Vicente de Paúl”, San F. de Macorís)
P. Ramón Abreu (Parroquia “Espíritu Santo”, La Vega)
P. Ramón Rogelio de la Cruz (La Vega)
P. Carlos Piantini (Montecristi)
P. Rafael A. Columna Cáceres (
P. Ramón Ramos (Fantino, Cotuí)
También otros sacerdotes:
P. Vicente Mena (Parroquia “San Ramón”, La Entrada, Cabrera)
P. Luis Rafael Duarte Pérez (Parroquia “S. Juan Bautista, Pimentel)
P. Damián Sánchez Díaz (Parroquia “La Inmaculada, San Francisco de Macorís)
P. Martín Tirapu (Parroquia “Santa Rosa de Lima”, San F. de Macorís)
P. Alfonso del Orbe (Parroquia “San Lucas Evangelista”, El Abanico, Villa Riva)
P. Andrés Hernández (Parroquia “Espíritu Santo”, San Francisco de Macorís)
P. Ramón Aridio Vicioso (Parroquia Santiago Apóstol, Nagua)
P. Paulino Peña Paredes (Oscar) (Parroquia San Pablo Apóstol, San F. de Macorís)
P. Alejandro Alguido (Parroquia “San Isidro Labrador”, Castillo)
P. Raúl Elveña (Parroquia “San Isidro Labrador”, Castillo)
P. Rigoberto Ramora (Parroquia “Nuestra Señora de Fátima”, San F. de Macorís)
P. Marcelino Miliano A. (Parroquia “La Altagracia”, Hostos)
P. Leonardo Roa Torres (Parroquia “San Miguel Arcángel, Las Gordas, Nagua)P. José Orlando Francisco Frías (Parroquia “La Altagracia”, Río S
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