lunes, 7 de diciembre de 2009

EN ENCUENTRO NACIONAL EMBAJADOR DE CUBA CLAMA POR LA LIBERTAD DE LOS CINCO



Compañera Isabel Tejada, coordinadora de la Campaña Nacional de Solidaridad.

Compañero Juan Carlos Machado, representante del ICAP en este cónclave.

Queridos amigos solidarios de las diferentes provincias de República Dominicana.

Señoras y señores.

La semana pasada nuestro país, desde San Antonio a Maisí, desarrolló el ejercicio estratégico “Bastión 2009”, compleja maniobra militar que de una forma u otra, movilizó a millones de personas en la ejecutoria de la concepción de preparación para la defensa, llamada “Guerra de Todo el Pueblo”.

Hemos tenido que vestirnos de miliciano y entrenarnos en el arte militar. Dos ocupaciones de tropas norteamericanas y después Girón, son las muestras más elocuentes. Este heroico pueblo dominicano conoce bien esa historia de intervenciones armadas. En el 65 se produjo el último desembarco de los marines en Santo Domingo. Allí el Coronel Caamaño y otros militares constitucionalistas, al frente de decenas de miles de hombres y mujeres se enfrentaron a la agresión. En los años más recientes es larga la lista de naciones pisoteadas por las botas militares del imperio: Viet Nam, Granada, Panamá, Yugoslavia, Iraq, Afganistán son muestras de ello. Esa es una historia que nosotros no podemos olvidar. Sería un imperdonable error.
En Cuba, bajo la sabia concepción de Fidel y Raúl, hemos partido del principio que prepararse para la guerra es la mejor forma de evitarla y que es preferible gastar ríos de sudor para evitar ríos de sangre. Amamos mucho la obra que construimos y deseamos desde lo más profundo de nuestros corazones la paz, que nos permita dedicar todos los recursos económicos y financieros a la satisfacción de las necesidades de todos nuestros compatriotas y poder colaborar, de forma desinteresada con otros pueblos del mundo. Patria es humanidad decía nuestro Héroe Nacional, José Martí.

Cuando veía fotos e imágenes de estos ejercicios defensivos en Cuba, me imaginaba que en el hipotético caso de que la nación cubana se viera envuelta en una intervención norteamericana, todos ustedes estarían en la primera trinchera, en la vanguardia de la condena a la agresión y en la solidaridad militante con Cuba. Ustedes marcharían al frente de los cientos de miles de dominicanos que levantarían su voz al lado de nuestro pueblo y la dirección de la Revolución. Así ha sido la posición asumida durante todos estos años y no tenemos la más mínima duda de que así seguirá siendo por siempre.

En este año celebramos el 50 aniversario de la llegada a República Dominicana de los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Un grupo de más de 20 jóvenes cubanos participaron en esa gesta contra la tiranía trujillista. Cuanto nos hubiera gustado que el héroe de esa gesta, Comandante Delio Gómez Ochoa, hubiera estado hoy entre nosotros.

El es un símbolo en la hermandad y solidaridad entre nuestros pueblos. Para todos esos hombres integrantes de la Raza Inmortal un agradecido recuerdo.

También este año, hemos festejado el 50 aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana. Ha sido un año difícil. Todavía nuestra nación tiene que enfrentar los estragos causados hace escasamente un año por los embates de los tres huracanes de gran intensidad, que además de otras tormentas afectaron el país en el segundo semestre del año pasado. Los daños, como ustedes conocen, fueron calculados en alrededor a los 10 mil millones de USD, todo ello en el marco de la aguda crisis internacional; pero pese a las embestidas brutales de los meteoros, en dos de ellos no tuvimos que lamentar la pérdida de vidas humanas. Millones de personas fueran evacuadas durante esos huracanes y ninguna zona del país tuvo que ser declarada de catástrofe nacional. Las miles de escuelas y decenas de centros de salud afectados se hayan prestando servicio y la desvastada red eléctrica y telefónica fue rápidamente rehabilitada y se ha logrado que el país siga libre de apagones.

El pueblo cubano tuvo que enfrentar una de las pruebas más complejas y difíciles al producirse el derrumbe del campo socialista, cuando quedamos a merced total del bloqueo. Aún muchos se preguntan cómo se pudo mantener la Revolución, cómo fue posible mantener ese proyecto de justicia social.

La mafia de Miami tuvo que ir acostumbrándose a que la Revolución no se caía y definitivamente deshicieron sus maletas, que tenían preparadas para regresar a Cuba, para en una incursión de odio y sangre, retrotraernos a la Cuba de antes de 1959 y acabar con los sueños de un pueblo forjado en 100 años de lucha.

Los supuestos amigos, que empezaron a renegar de sus principios socialistas, marxistas, revolucionarios o progresistas, que se creyeron la fábula del fin de la historia, comenzaron a aconsejarnos, inspirados en el contexto del Consenso de Washington, a que lo abriéramos todo al mercado, a la ley de la selva del sálvese quien pueda.


Estimados amigos dominicanos, por esa entrega diaria de sacrificio al lado de la causa cubana, por ese amor y pasión con que defienden el proyecto socialista cubano, merecen nuestro eterno respeto y agradecimiento, ustedes son solidarios no solamente con el pueblo, ustedes son solidarios con el gobierno, el Partido Comunista de Cuba, la Revolución y el socialismo.
En estos años difíciles, el abnegado y humilde pueblo cubano resistió de forma serena, digna y corajuda los embates de la crisis con la consciente confianza en Fidel y la obra de la Revolución; pero también porque estaban ustedes y millones de amigos en el mundo que siguieron apostando por Cuba.

La solidaridad internacional, como el antiimperialismo, el internacionalismo y la no injerencia, forman parte de los más sagrados principios de la política internacional de la Cuba Socialista. Nuestra solidaridad no es asistencialista, no es oportunista, no entregamos a otros pueblos recursos, cooperación o ayuda de parte de lo que nos sobra, que como ustedes saben es muy poco, por no decir nada.

El imperio no nos perdona que a noventa millas de sus costas recuperáramos para el pueblo nuestras principales riquezas, que hiciéramos una reforma agraria y urbana, que enseñáramos a leer a toda la población, que instauráramos un sistema de justicia social para todos, con educación y salud gratuita y donde se asegure que todos los ciudadanos sin mediar origen social, racial o de género tuviera de verdad los mismos derechos.

Pese a las vicisitudes que hemos debido enfrentar ante los intentos de 10 administraciones norteamericanas, desde Eisenhower hasta Bush hijo, pese al bloqueo y las agresiones de todo tipo, la Cuba irredenta puede mostrar al mundo indicadores sociales muy superiores a todas las naciones del mundo en desarrollo y en algunos casos de países desarrollados. Son cifras aportadas por las organizaciones internacionales y las agencias de Naciones Unidas.

Cuba es el país de la región que dedica un porciento mayor del PIB a la educación y se encuentra en el primer lugar en la calidad de la enseñanza, así como que es el único país del hemisferio 100% alfabetizado. Los datos dados a conocer por la OMS a principios de año destacaban que nuestro país había obtenido una mortalidad infantil de 4,7 fallecidos por cada mil nacidos vivos mientras la media de América Latina y el Caribe es de 26, solamente somos aventajados por Canadá.

Un total de 187 naciones de las 192 que integran las Naciones Unidas votaron a favor de la Resolución aprobada hace unas semanas por la Asamblea General de Naciones Unidas que manifiesta la necesidad de levantar el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. El gobierno norteamericano se quedó una vez más totalmente aislado en su política injusta, criminal y fracasada de bloquear a Cuba.

Sobre la situación actual de la política de Estados Unidos respecto a Cuba, mucho se ha hablado de los supuestos cambios y flexibilización de las medidas del bloqueo y bajo tales circunstancias a la solicitud de que Cuba haga gestos en política interna. Nosotros no hemos bloqueado a Estados Unidos y no hemos agredido a ese país. Ellos tienen la obligación moral de cambiar esa política sin condiciones. Todo tipo de posible conversación bilateral sería “sin mancha a nuestra soberanía” como ha reiterado Raúl.

No somos una sociedad perfecta, pero podemos con argumentos y la frente bien alta, discutir y ponderar con cualquiera en los manidos temas de democracia y derechos humanos. Nuestro sistema político es diferente y nuestras elecciones también, pero tan pulcras y democráticas como cualquier otra. Muchos de ustedes conocen bien como funciona ese sistema. Quizás no exista en la región donde se respeten más los derechos humanos.

En la Cuba socialista el hombre es la primera prioridad y se asegura de verdad que no exista nadie desamparado, tal vez no encuentre usted otra nación de mayor tranquilidad ciudadana, con menos asesinatos, menos consumo de drogas y de mejor trato a los ciudadanos por parte de los cuerpos represivos. Es ridículo que una supuesta detención o algún empujón a un mercenario al servicio de Washington en La Habana, ocupe titulares de primera página en el mundo, en especial la CNN y algunos diarios españoles, ni que decir del líbelo de la mafia de Miami. Qué casualidad que siempre, cuando se produce un hecho aislado de este tipo, se encuentre presente alguna cámara y corresponsal de estos medios.

Siempre tendremos que decirlo, en 50 años de Revolución no ha existido en Cuba una muerte extrajudicial, un torturado, una represión contra alguna manifestación, una paliza. En Cuba no ha sido quemada una sola bandera norteamericana ni agredido un ciudadano de Estados Unidos
Durante la campaña a la Presidencia de EEUU, Barack Obama contrajo una serie de compromisos electorales encaminados a recabar el apoyo de la comunidad cubanoamericana radicada en esa nación. Ésta veía con buenos ojos eliminar las medidas del presidente George W. Bush que limitaron el contacto familiar entre los cubanoamericanos y sus parientes en Cuba. Por lo tanto, aplicar medidas específicas sobre viajes y remesas de los emigrados cubanos, fue cumplir por parte de Obama un compromiso de campaña contraído con sus electores, y no un “gesto” hacia nuestro país como erróneamente se ha dado en llamar. Estas medidas no tienen que ver con el bloqueo contra Cuba, sino con las relaciones entre el gobierno norteamericano y la emigración cubana.

En este período, ambas naciones retomaron las conversaciones migratorias, suspendidas unilateralmente desde el 2003 por la Administración Bush, lo que coloca las relaciones bilaterales en el punto en que estaban con la Administración Clinton y no supone en realidad un elemento nuevo en la política de EEUU hacia Cuba. Igualmente, se dieron los primeros pasos para negociar el restablecimiento del correo postal entre ambos países, interrumpido por Washington en 1963.
Si bien es cierto que hay una retórica menos agresiva contra nuestro país, Cuba sostiene que no hay cambios en la política de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos. Esta política permanece intacta y sus regulaciones están en completa aplicación.

Situación actual
El 15 de julio Obama prorrogó por 6 meses la suspensión del llamado Título III de la Ley Helms-Burton. Con esta medida, el presidente Obama no adopta una posición novedosa en el tema, sino que continúa la política de sus predecesores, George W. Bush y Bill Clinton, quienes, desde la aprobación de la Ley en 1996, firmaron cada seis meses y de manera rutinaria esta prórroga, con lo cual se impide que ciudadanos estadounidenses puedan presentar demandas contra empresas extranjeras que usen propiedades nacionalizadas en Cuba.

El 14 de septiembre el presidente Obama firmó una orden que prorroga por un año la ley usada para imponer el bloqueo comercial estadounidense contra Cuba, siguiendo la práctica de sus predecesores desde la década de 1970. La Ley de Comercio con el Enemigo, vigente desde 1917, prohíbe cualquier intercambio con los países considerados una amenaza y actualmente solo afecta a Cuba. Su texto declara que se aplica en situaciones de guerra.

La administración Obama no se ha manifestado respecto a la práctica, en violación de las propias leyes norteamericanas, de robar directamente fondos cubanos congelados en bancos norteamericanos, en algunos casos relacionados con negocios de telecomunicaciones, a partir de decisiones judiciales, espurias y venales.

En este período, se continuó impidiendo a Cuba exportar bienes y servicios a Estados Unidos y se prohíbe a los productores norteamericanos exportar a Cuba.

A las subsidiarias norteamericanas en terceros países, en un acto de aplicación extraterritorial de la legislación norteamericana, violatorio del derecho internacional, se les prohíbe cualquier tipo de transacción con empresas cubanas.
Se mantiene la prohibición a empresas de terceros países de vender bienes o servicios a Cuba cuya tecnología contenga más de un 10% de componentes estadounidenses.

A los bancos de terceros países se les impide abrir cuentas o realizar transacciones financieras en dólares norteamericanos con personas jurídicas o naturales de Cuba.
A los buques que transportan mercancías desde Cuba o hacia Cuba, se les sigue prohibiendo atracar en puertos norteamericanos en un período de 180 días.

Para finalizar deseo hacer referencia a esos corajudos cinco cubanos que el pasado 12 de septiembre cumplieron 11 años de injusto y brutal encierro por combatir el terrorismo y por defender la cusa de Cuba en la propia madriguera de los asalariados del imperio: Gerardo, Ramón, Antonio, René y Fernando. Detrás de ellos, en la lucha por su liberación se encuentra un pueblo entero y millones de voces y organizaciones que en el mundo exigen su inmediata libertad. Ustedes, en todos estos años nos han acompañado en esta batalla y nuestro modesto llamado está dirigido a que incrementen aún más las acciones en esa lucha cotidiana por esclarecer la verdad, porque se conozca esa injusticia y ellos puedan retornar a la patria y encontrarse con sus seres queridos y su pueblo. Por todas las energías que han dedicado a esta causa nuestra, por la verdad y la justicia reciban también nuestro profundo agradecimiento.

Les deseo los mayores éxitos a las deliberaciones de este encuentro y que en el 2010 crezca y se fortalezca la solidaridad entre nuestros pueblos, que se levante con la fuerza de un huracán el llamado por la libertad de nuestros Cinco Héroes prisioneros del imperio.

Viva la indestructible amistad entre República Dominicana y Cuba

Qué vivan Fidel y Raúl.

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