jueves, 7 de febrero de 2008

CARTA DE UNA MADRE CUBANA A OTRA NORTEAMERICANA

La poetisa camagueyana Martiza Moreno Aquizar desde el fondo de su alma y su condición de madre dirige una carta a las madres norteamericanas buscando sensibilizarlas, en aras de la causa de los

pues no hay amor más profundo y sincero que el de una madre, en todas las especies y sociedades.
Maritza nos llega a las fibras más sensibles con sus letras de poeta y su alma de madre y de mujer cubana. Acogemos, pues su carta para compartirla con nuetsros lectores y las madres dominicanas que nos leen en los Estados Unidos.
En esta foto la imagen dulce de Gerardo, dueño del humor y con esa mirada nos pellizca, mientras con su gentil sonrisa nos dice "no duele, es de cariño".

De Maritza Moreno Alquilar
Camaguey, Cuba


Carta a una madre norteamericana

Amiga:

Tenemos muchos puntos en común: desvelos por el hijo enfermo, alegrías por sus triunfos, tristezas por sus fracasos...y sobre todo, el constante pensar en “el mañana” (quizás en tu país lo denominen “destino”), porque como buena madre que seguramente eres, te inquieta su futuro y habrás tejido mil sueños para él desde la misma cuna, mientras esperabas su despertar, para brindarle la más tierna de las sonrisas y la inmensidad del amor que cabe en el corazón de una madre.

Yo también tejo sueños. Puede decirse que he logrado las aspiraciones más elevadas casi con todos; para ello he trabajado incansablemente, siempre con la convicción de andar por sendas seguras, donde los valores del hombre nunca podrán estar viciados por el mal y la mentira. En ese sentido soy feliz y de no ser por este dolor de hoy, al saber a cinco de mis hijos entre barrotes, víctimas de las más injustas e infames acusaciones, entonces te diría que soy inmensamente feliz.

Pero sucede que allí, bajo el mismo cielo donde tú puedes ver a los tuyos jugar libremente , o salir cada mañana hacia el trabajo o los estudios , para ser el hombre culto que exige estos tiempos , están Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio, preguntándose todavía por qué y sin obtener respuesta.

Se les acusa de Terrorismo. Ignoro si conoces en qué consiste ese delito, pero cuando te diga que ellos, desde muy cerca de ti dejaron de dormir muchas noches y se mantuvieron expectantes para que sus hermanos de acá y hasta tus propios hermanos, pudieran respirar aires de paz , apartándoles del camino acciones encaminadas a la destrucción y la muerte , aunque no tengas bien clara la definición del delito, habrás de darte cuenta de que mis hijos no son terroristas .Allí están ellos , los cinco, esperando que tú y otras miles como tú, una vez conocedoras de lo que les sucede y el dolor que esta injusticia me causa exijan, de los que en tu país tienen qué ver con el “mañana”, (o el “destino”) de mis vástagos inocentes , un justo veredicto.

¡Si los conocieras!
René tiene dos hijas: Irmita e Ivette. La primera es estudiante universitaria, incansable muchacha que ya cruza mares, proclamando la inocencia de los cinco. Mientras cualquier joven de su edad piensa en bailes y otros modos de distracción en sus ratos de ocio, ella dedica ese tiempo para dar a conocer la causa de estos hijos míos, consciente de su inocencia.

De Ivette te cuento algo muy triste: ni siquiera conoce a su padre, pues era muy pequeñita cuando lo apresaron y la enviaron para acá, hace ocho años. Ahora dicen que Olga – así se nombra la madre- al igual que Adriana (la esposa de Gerardo) constituye una amenaza para la seguridad de tu país y no se le permite llegar hasta allá para que la pequeña Ivette pueda darle los besos al padre que sólo conoce por fotos.

A Adriana y Gerardo les sucede algo más triste aun: no tienen hijos.

¡Te imaginas a dos seres que se aman, que no se pueden ver y ni siguiera les quede el consuelo de poder abrazar al fruto de su amor. Gerardo ha sido sancionado a dos cadenas perpetuas más quince años de privación de libertad. A los dos se le condena a no procrear y multiplicarse, siendo este uno de los más elementales derechos del hombre. Lo mismo sucede con Fernando y Rosa Aurora.

En cuanto a Ramón, te diré que ama intensamente a su esposa Elizabeth y aunque recibe visitas esporádicas de su familia en la prisión, esta ausencia en el hogar va marcando una estela de soledad difícil de colmar con el amor de mis otros hijos, aunque todos tratan de llenar ese vació. Eres madre y comprendes que hay amores insustituibles.

De Antonio puedo contarte: este es el poeta. Desde los primeros meses de prisión ha tratado de llegar al mundo con la magia de su código de comunicación, para proclamar su inocencia. Ha escrito varios poemarios, que constituyen un bello mensaje de paz, de sensibilidad humana, un canto a la espiritualidad. Quizás crees que me dejo arrastrar por la pasión de madre, pero si leyeras sus poemas- aunque quisieras- no podrías dudar de su inocencia.

Ya conoces, amiga, mi dolor. Yo también conozco el tuyo. Marco a tu pueblo aquel 11 de septiembre y dejará en él una huella imposible de borrar (¡la triste historia del día de San Jacinto en Estados Unidos!)

Mis hijos de acá sufrieron por la pérdida de tantas vidas humanas y la devastación luego del horrendo crimen. No se si te habrán dicho que muchos de nuestros profesionales de la medicina se ofrecieron para brindar ayuda humanitaria. Si hubiese sido necesaria la sangre, también estaban dispuestos a donarla (incluso los que allí se encontraban en aquella fiesta para la ceremonia de los Grammy Latinos se presentaron a hacerlo) El altruismo es un sentimiento innato en todos los míos, pues solo la hermandad logra el triunfo en cualquier empresa y así siempre se los hago saber.

Por todo ello te pido, amiga, te solidarices con mi causa y me ayudes, desde tu posición de madre, con la fuerza y ternura de que seas capaz, conocedora de mi dolor, a que otras como tú en el mundo se nos una, y podamos denunciar de viva voz la injusticia que hoy se cierne sobre cinco de mis más nobles y valientes muchachos.

¡Ojalá este año nuevo que se avecina traiga a toda la humanidad un canto de paz y la posibilidad de existencia de un mundo mejor!
En espera de tu respuesta solidaria, te saluda, esta madre grande.

Diciembre 2007
Camaguey, CUBA.

No hay comentarios: