Gerardo carga con dos cadenas perpetuas y sonrie cargado de inocencia, es un hombre lleno de humor y amor. Es martiano, fidelista, es revolucionario. Con su mirada nos invita a ser firmes y a seguir resistiendo. Es extraordinario!
“(…) Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”.
“(…) Y es duro y es tremendo tener que arrepentirse de no haber sido justo, cuando la justicia podía evitar la muerte de los hombres”.
“(…) El sacrificio oportuno es preferible a la aniquilación definitiva”
Veamos cuán presentes tenían los Cinco Héroes cubanos estos pensamientos de Martí.
En el llamamiento que ellos dirigieron al pueblo norteamericano expresaron:
“(…) Contribuimos en alguna medida a descubrir planes y acciones terroristas contra nuestro pueblo, evitando la muerte de ciudadanos inocentes cubanos y norteamericanos.
“(…) El mayor servicio que se le puede prestar al pueblo norteamericano es liberarlo de la influencia de estos extremistas y terroristas que tanto daño le hacen a Estados Unidos al conspirar contra sus propias leyes”.
“(…) Nos guió un fuerte sentimiento de solidaridad humana, amor a nuestra patria y desprecio por todo lo que no respete la dignidad del hombre”.
Pero desde mucho antes, en los instantes mismos que expusieron sus alegatos en el arbitrario y falso juicio que se le siguió, ya Antonio Guerrero había explicado, interpretando el sentimiento de sus hermanos, la esencia de la justeza de su causa:
“(…) No quedó otra alternativa que contar con hombres que- por amor a una causa justa, por amor a la paz y a la vida-estuvieran dispuestos a cumplir, voluntariamente, ese hermoso deber en contra del terrorismo”.
“(…) Prevenir un conflicto que siembra dolor en nuestros pueblos, ha sido el objeto de mis actos y la razón de mi deber, como lo ha sido para mis compañeros”.
Detengámonos brevemente en la declaración de Antonio Guerrero cuando explica que actuaron, entre otras razones, por amor a la patria. Ese amor a la patria que se fundamenta en el principio martiano:
“El amor, madre, a la patria /No es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; /Es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca/” tiene, además, un respaldo de la Constitución cubana que todos debemos cumplir:
Hablar de la justeza de la causa de nuestros Cinco hermanos nos obliga irremediablemente a referirnos al terrorismo, entendido este como un acto realizado para dominar mediante el terror, o como sucesión de actos de violencia efectuados para infundir temor, o como instrumento de un Estado para someter a otro Estado; lo que explica el porqué siempre ha tenido el rechazo de los pueblos y de las instituciones internacionales. Por esas razones todas las personas que luchan contra el terrorismo, en cualesquiera de sus manifestaciones, no solo despiertan los más altos sentimientos de solidaridad, sino que también son consideradas como héroes; que, según los diccionarios más reconocidos, son aquellos hombres capaces de realizar hechos sublimes por la patria o sus semejantes.
En una de sus reiteradas denuncias sobre el ilegal e inmoral juicio en que las autoridades norteamericanas sancionaron injustamente a los Héroes cubanos, Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del Parlamento cubano declaró:
“Todo este innoble proceso tiene una sola explicación: Estados Unidos seguirá promoviendo el terrorismo contra Cuba y por eso castiga con la más irracional crueldad a quienes se atrevieron a enfrentar a los terroristas”.
Continuando el hilo conductor de estas declaraciones, que establece además la correlación exacta entre la causa justa de los Cinco y el terrorismo que práctica, promueve y ampara el gobierno de Bush, es importante tomar en consideración algunas definiciones contenidas en el Comunicado especial de apoyo a la lucha contra el terrorismo acordado en la Cumbre Iberoamericana celebrada en España el 14 y 15 de octubre de 2005, que expresan lo siguiente:
“(…) Reafirmamos nuestro compromiso de combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones”
“(…) nos comprometemos a tomar medidas para prevenir y eliminar el financiamiento y la preparación de cualquier acto terrorista y a negarle refugio a los instigadores, financiadores, autores, promotores o participantes en actividades terroristas”
“(…) Reafirmamos la necesidad de evitar la impunidad para aquellos que cometen actos de terrorismo e instamos a todos los Estados a que,…. cooperen plenamente en la lucha contra el terrorismo…. a fin de encontrar, capturar y negar refugio seguro y someter a la justicia, sobre la base del principio del enjuiciamiento o la extradición, a quien apoye o facilite la financiación, planificación, preparación o comisión de actos de terrorismo o la provisión de refugio seguro o participe o intente participar en esos actos”
Estas definiciones de la Cumbre Iberoamericana demuestran palpablemente que nuestros Cinco hermanos se encontraban en Miami enfrentando riesgos peligrosos por una causa tan justa como la de salvar las vidas de personas que no conocían y que podrían ser cubanos, norteamericanos o de cualquier otra nacionalidad.
Para nosotros el gesto humanista y de sacrificio supremo por sus semejantes de René, Antonio, Gerardo, Fernando y Ramón tiene una sensible connotación muy particular, signada por el hecho de que entre sus misiones estaba la de monitorear las acciones terroristas que organizaban sistemáticamente contra Cuba criminales tan repugnantes como Posada Carriles, Orlando Bosh y sus compinches de la FNCA, ALFHA 66, Comandos L y otras.
Eso explica las mil razones que tiene el pueblo cubano para incorporar como uno de sus grandes objetivos en la batalla de ideas que hoy libra, bajo la certera dirección de Fidel, la demanda por el regreso a la Patria de los Cinco Héroes.
Batalla que, al llevarse a cabo también en nombre de la humanidad, ha concitado el interés y apoyo de las fuerzas políticas más diversas en el mundo.
De esta manera una causa que se ha estado librando con gran inteligencia por juristas y especialistas en el campo de las leyes, ha trascendido al plano político e ideológico y forma parte ya del combate que hoy se libra entre las fuerzas de la luz y el mal, por la liberación e independencia de los pueblos, contra el imperio fascistas y su política de dominación, por el derecho de los pueblos a defenderse de los opresores y por un mundo mejor.
Retomando el pensamiento del Apóstol, que define con brillante exactitud el porqué los Cinco representan una causa justa, diremos que ellos, desde que llegaron a Miami actuaron “(…) Como la luz del carbón blanco, que se quema él, para iluminar alrededor”; y como de ideas es esta batalla, que ellos vienen demostrando que “valen más que trincheras de piedras”, hagamos realidad, en la lucha diaria por la liberación de nuestros Cinco Héroes cubanos, lo que Martí afirmó:
“(…) Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados”.
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