Aunque la resolución aprobada de forma unánime no establece condiciones explícitas a Cuba para volver a formar parte del organismo, asegura que su potencial reincorporación dependerá de un proceso de diálogo y negociaciones.
"La resolución (...) mediante la cual se excluyó al Gobierno de Cuba de su participación en el Sistema Interamericano queda sin efecto en la Organización de los Estados Americanos", precisó la resolución aprobada por el pleno de la asamblea de la OEA.
Cuba había sido expulsada en 1962 por presiones de Estados Unidos, que argumentó entonces que el Gobierno comunista de Fidel Castro no era compatible con los principios democráticos de la OEA, pese a que para ese momento contaba entre sus miembros con países con dictaduras de derecha.
Algunos países latinoamericanos aseguraron que la vieja resolución era arcaica y debía anularse para ayudar al incipiente diálogo entre Washington y La Habana.
"Eliminamos un impedimento histórico para la participación de Cuba en la OEA, pero también establecimos un proceso de vinculación con Cuba", dijo en la asamblea plenaria el estadounidense Thomas Shannon, secretario de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos.
A pesar de todo, Cuba ha dicho que no le interesa regresar a la OEA, un organismo que considera debería desaparecer y que Fidel Castro calificó de "repugnante".
SORPRESIVA UNANIMIDAD
Pero el texto de la nueva resolución dice que está "guiada por los propósitos y principios establecidos de la Organización de los Estados Americanos (...) relacionados con la seguridad, la democracia y la autodeterminación, la no intervención, los derechos humanos y el desarrollo".
Esas referencias y el hecho de que en el documento también se establezca la necesidad de un nuevo diálogo si Cuba quiere volver a la OEA, dejaron contento a Washington.
"Lo que teníamos anoche fue la resolución que se adoptó hoy", dijo Daniel Restrepo, asesor principal sobre asuntos hemisféricos del presidente estadounidense Barack Obama.
"Hubo un grupo de países que no podía aguantar quizás menciones de la democracia, los derechos humanos y quizás durmieron bien y esta mañana estuvieron en concordancia con el consenso que se había formado", agregó aludiendo a Gobiernos aliados de Cuba como Venezuela, Bolivia o Nicaragua.
Estas naciones y otras como Honduras consideraban a la vieja resolución como una mancha en la historia de la OEA.
"La guerra Fría ha terminado este día aquí, en San Pedro Sula. Se está haciendo una sabia y honrosa rectificación", expresó el presidente hondureño, el anfitrión Manuel Zelaya.
Después del gesto político de la OEA, muchos creen que le toca a Cuba decidir qué hacer.
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