Miguel Angel Muñiz llamó a la reflexión profunda, desde el corazón de los que sufren, desde lo hondo de una patria herida. Sin miedo a la unidad, los revolucionarios deben tener claro su horizonte y su estrategia. Unirnos en la diversidad patriótica, sabiendo nosotros hacia dónde vamos. Caminemos juntos a los otros hasta donde ellos quieran acompañarnos, en este proceso necesario de unidad "los que debemos saber para donde vamos somos nosotros". El viejo militante llamó a empalmar las generaciones para la continuidad, con palabras salidas del corazón, preñadas de sinceridad y amor revolucionario.
Un público lleno de entusiasmo y patriotismo escuchó a Don Iván Rodríguez y a Don Rafael Chaljub Mejía, ambos expositores sabiamente escogidos por su capacidad comunicativa, ejemplos de verticalidad y honradez, humildad y amor sincero a una causa, a la revolución .
AUN NOS ROZA LA MEMORIA DE LOS HEROES DE LA RAZA INMORTAL.
Quiero agradecer la invitación que me han cursado los organizadores para escuchar estas reflexiones y por supuesto agradezco la presencia de todos ustedes.
Es de justicia que los dominicanos a 50 años( 1959-2009) de uno de los acontecimientos históricos de mayor trascendencia, seamos capaces de organizar actividades en su memoria, donde se destaque su ejemplo y donde se reitere que tenemos un compromiso con darle continuidad a la lucha por la cual ellos se sacrificaron y que cinco décadas después todavía seguimos demandando un régimen de justicia social, que fue el programa que ellos trajeron para ponerlo en ejecución una vez alcanzaran el poder.
Es importante organizar estos conversatorios para mantener viva la memoria histórica, porque nos señalan nuestras responsabilidades para con la patria, en presente y futuro, más cuando existen sectores que quieren hacernos olvidar lo que pasó el 14 de junio de 1959 y más aún cuando hay personas y sectores que quieren mantener vivo el trujillismo y nos lo pintan como bueno y necesario, para que el país tengan un régimen de respeto a las leyes, al orden, a la disciplina (y a la soberanía, entendida ésta solo de la no presencia de haitianos en el territorio nacional).
Las 24 familias más ricas del país (aunque es un dato que debemos actualizar, pues con la corrupción pública y privada es posible que ya haya que hablar de cientos de familias) y el Imperialismo Norteamericano dueños de este país, han secuestrado la libertad y la democracia, han querido quitarle el contenido revolucionario a este acontecimiento, para hacer que lo olvidemos o que lo convirtamos en mera retórica de actos ocasionales, y claro está ....como no han podido quitárnoslo ....lo quieren utilizar nombrándolos héroes de la raza inmortal al margen de su pensamiento político y propuesta programática que le daba orientación revolucionaria a su acción heroica.
ANTECEDENTE HISTORICO:
Al momento del desembarco el 14 de Junio de 1959, nuestro pueblo era víctima de una cruel y sanguinaria dictadura desde hacia 29 años (1930-1959) de los 31 que duró (1930-1961) oprimiendo y saqueando al pueblo dominicano en asociación de malhechores con el imperialismo norteamericano.
Había arrebatado mediante el terror, la tortura y los asesinatos, todos los derechos de los pobladores de esta media Isla, la libertad, la democracia y demás derechos inalienables del ser humano, convertido en dueño y señor del país, aupado por las tropas norteamericanas como señor de horca y cuchillo y convertido el país en su finca particular.
Situación que afectó a toda la familia dominicana en sentido general, pues el terror, la intimidación y los abusos no se detenían ni en clases sociales ni intelectuales, bastaba no servir al régimen incondicionalmente.
De ahí que muchas familias o ciudadanos tuvieron que salir al exilio, estas familias o personas, que se contaron por miles, se fueron organizando en países como Estados Unidos, Puerto Rico, México, Venezuela, Cuba, Costa Rica, entre otros, desde donde mantenían una coordinación de la lucha contra la dictadura Trujillista.
Cuba, por tener históricamente mayores vínculos con los dominicanos, su territorio fue uno de los que mayor apoyo y refugio brindó al movimiento y desde donde se organizaron las principales acciones armadas contra Trujillo, como la fracasada expedición de Cayo Confites 1947, la de Luperón del 1949 y la del 14 de junio de 1959 por Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Trujillo, quién se declaró paladín del anticomunismo y uno de los pupilos predilectos del imperio, no solo significó un peligro para la democracia dominicana, sino que llevó a cabo acciones contra gobiernos democráticos, el caso más importante de estos es el de Guatemala, apoyando con armas para que el Capitán Luís Castillo Arma, le diera un golpe de estado al gobierno democrático de Jacobo Albens, realizó un atentado contra la vida del presidente Rómulo Betancourt de Venezuela y envió armas a Cuba para tumbar la naciente revolución cubana.
Trujillo persiguió a sus enemigos políticos allende los mares y fronteras, desapareció (o asesinó) en La Habana, Cuba, al líder sindical Mauricio Báez, de quién se dice lo tiraron al fondo de la bahía en esa ciudad con un blok amarrado al cuello, secuestró en New York al intelectual español Jesús de Galíndez a quién asesinó, éstas acciones a nivel internacional lo convirtieron en un criminal que no respetaba fronteras, leyes nacionales ni acuerdos internacionales, para ejecutar los planes que a su modo de ver eran garantías para mantener el poder en República Dominicana y atemorizar a los demás gobiernos del área para que no le dieran solidaridad a los luchadores anti-trujillistas.
Sin embargo cada acontecimiento como el atentado contra el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, le generó un gran repudio entre los países de América y el Caribe, generándole un mayor aislamiento en el contexto latino-caribeño, que llevó hasta la imposición de sanciones económicas y una fuerte condena.
Estas acciones criminales hicieron recordar a todos los países la terrible matanza de haitianos en el 1937, donde se asegura que más de 15 mil haitianos, hombres, mujeres niños y viejos perecieron en el corte ejecutado por Trujillo.
En nuestro país muchos que no tuvieron el valor de enfrentar la dictadura, buscaban su sombra estableciendo compadrazgo y otras formas denigrantes y vergonzosas como fueron la práctica del Foro Público donde aparecían padres renegando de sus hijos por su oposición a la dictadura, en fin el pueblo vivía en un Estado de adyección.
Los Exiliados dominicanos establecieron vínculos de solidaridad con todo el movimiento latino-caribeño que apoyaban nuestra lucha y querían ayudarnos a sacudirnos de esa oprobiosa dictadura.
Nuestro movimiento estrechó vínculos de solidaridad con el Movimiento 26 de Julio que luchaba en Cuba por derrocar la tiranía de Fulgencio Batista, a la cabeza del mismo estaba un joven abogado llamado Fidel Castro Ruz, los dominicanos hicieron campaña económica para ayudar al triunfo, en la que se destacó una joven dominicana de nombre Aniana Vargas, que era una exiliada dominicana en Estados Unidos donde había llegado huyendo del trujillato.
La Unión Patriota Dominicana de Venezuela envió a Enrique Jiménez Moya a la Sierra Maestra con un aporte solidario de 7 toneladas de armas, nombrándolo Fidel Castro como su genuino representante en la misión de entrenar en la Sierra Maestra a los grupos de jóvenes dominicanos, con la idea de que esos jóvenes estuvieran listos militarmente para combatir a la dictadura Trujillista. Apoyar a Fidel en la Sierra Maestra y al mismo tiempo se entrenaban para las tareas posteriores en el país.
Fidel no defraudó a los dominicanos, ya en su primer viaje el 23 de Enero de 1959, después del triunfo de la revolución a Venezuela, al entrevistarse con Rómulo Betancourt, éste le planteó la insostenibilidad de la dictadura Trujillista, a lo cual Fidel tomándole la palabra expuso las responsabilidades que esa lucha entrañaba, entonces Rómulo se comprometió con hacer un aporte de 500 mil dólares, compromiso que cumplió a medias ya que su aporte total fue solo de 150,000 dólares.
Muchos venezolanos hicieron grandes aportes para que la expedición armada contra Trujillo se lograra, con la esperanza de que la lucha contra los dictadores continuara su ritmo victorioso, ya que ellos habían derrotado la dictadura de Juan Vicente Gómez, y denominaron la lucha contra Trujillo, “la marcha de Bolívar por la libertad de la Republica Dominicana”.
A final de Enero se realiza la primera reunión del Comandante Fidel y Enrique Jiménez Moya, para hablar de la expedición armada contra Trujillo ofreciéndole toda la ayuda y apoyo para que los dominicanos se entrenaran en Cuba, acordando hacerlo en Mil Cumbres, en Pinar del Rió.
La revolución dispuso de armas y toda clase de ayuda para que los dominicanos pudieran entrenar y organizar bien la expedición, parte de las armas entregadas a los dominicanos fueron las ultimas que los gringos habían entregado a Batista para impedir el triunfo revolucionario cubano y que no les dio tiempo para usarlas en sus propósitos, pero que ahora servirían para combatir al tirano Trujillo, uno de los lacayo del imperialismo más peligroso y desalmado; paradoja de la vida el entrenamiento a los dominicanos con esas armas la realizaron dos norteamericanos veteranos de la guerra de Corea, Larry Bevins Babe y Charles White “ Charlie”, ambos murieron en la expedición.
EL INTERNACIONALISMO Y LA SOLIDARIDAD CONTRA TRUJILLO
Cabe destacar que en ésta expedición el internacionalismo fue muy amplio ya que venezolanos, puertorriqueños, norteamericanos, cubanos y españoles hicieron suya la lucha de los dominicanos por alcanzar su libertad y sacudirse de la Dictadura.
Los grupos de dominicanos de Puerto Rico, Estados Unidos y Venezuela se trasladaron a Cuba, igual un número de extranjeros para entrenarse y venir a combatir la dictadura.
El objetivo común que unía a ese contingente de combatientes, era la lucha contra Trujillo y su vocación patriótica e internacionalista, ya que aunque había sectores socialdemócratas, conservadores de derecha y un núcleo que profesaba la ideología marxista, lo común que unía a este abanico ideológico fue el sueño de libertad, un motivo superior que hermanó a los expedicionarios, en defensa de una causa nacionalista, impregnada por un fuerte sentimiento anti-imperialista, es justo decirlo, el amor a la libertad y la repulsa a los actos vejatorios de la dignidad humana por parte del Trujillato.
¿Quiénes estuvieron al frente de los combatientes,?
Se creó un Estado Mayor al frente del cual estuvo siempre José Horacio Rodríguez, que por su liderazgo ante los demás fue el más idóneo para la dirección del campamento y Enrique Jiménez Moya como el comandante de la expedición.
Los Comandantes Raúl, Camilo y el Che prestaron mucho apoyo y solidaridad, para que la expedición fuese exitosa; es bueno destacar que el Che manifestaba una actitud reacia en cuanto a la versión de algunos patriotas dominicanos que aseguraban que un masivo levantamiento del pueblo se produciría respaldando el desembarco, se dice que no confiaba mucho en estas versiones, porque muchos de los patriotas tenían largos años en el exilio y no tenían vivencia de cómo estaba pensando la población, la vida le dio la razón.
Se decidió utilizar un Avión C-46 comprado en Miami por 90.000 dólares de los aportados por Rómulo Betancourt; en el mismo vendrían 56 expedicionarios, y dos pequeñas embarcaciones, la Carmen Elsa, que traería 121 combatientes y El Tinima, traería 48 combatientes, en principio se consideró una fuerza de 300 combatientes, y finalmente la embarcación tuvo dificultad por el sobrepeso y se quedaron 25 y un arrepentimiento de última hora en el avión; puesto que ocupó y fusil que tomó el capitán Juan de Dios Ventura Simó, lo que dejó en 198 el número de los expedicionarios que vinieron a nuestro país ese histórico 14 de Junio de 1959.
La Expedición se había planificado para que el avión dejara su carga en San Juan de la Maguana, al comprobar en pleno vuelo la existencia de obstáculos decidieron hacerlo en el aeropuerto de Constanza, donde llegaron en la tarde del 14 de Junio de 1959 ( a las 6 p.m.) entablando de inmediato combate con un contingente del ejercito que estaba a unos 300 metros, estos para poder retirarse, acción que la hicieron de forma desordenada por las circunstancias y el Comandante Enrique Jiménez Moya con el grueso de las tropas tomó un camino y estableció una ruta distinta a la tomada por otro grupo al mando del comandante Delio Gómez Ochoa.
En esa apresurada retirada uno de los guerrilleros perdió su mochila donde estaban marcados los lugares por donde desembarcarían las dos embarcaciones que traían a los demás expedicionarios y que pretendieron hacerlo por las playas de Maimón y Estero Hondo de Puerto Plata al frente de la cual estaba el patriota José Horacio Rodríguez, produciéndose una salvaje carnicería cuando desde mar, aire y tierra fueron acribillados, solo unos pocos llegaron a las playas y se internaron en los campos, muchos de ellos muertos a palos por los campesinos por el temor a la represión del régimen y por la falta de conciencia.
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